Datos por la causa: así se usa Big Data para resolver problemas sociales

Datos por la causa: así se usa Big Data para resolver problemas sociales
Datos por la causa: así se usa Big Data para resolver problemas sociales

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La comunidad educativa desearía más alumnos graduándose con éxito en las escuelas. Los profesionales de la salud quisieran mayor acceso a la cobertura sanitaria con un coste asumible. Los ecologistas querrían equilibrar el consumo energético. Y los gobiernos ambicionan políticas públicas con resultados demostrables que satisfagan las prioridades de los ciudadanos. Todos los sectores buscan un mejor rendimiento, y nunca han existido tantos expertos en el uso de datos y en su minería como ahora para ofrecerles nuevos y mejores insights que les ayuden a lograrlo.

El pasado verano, más de 400 científicos de datos, representantes gubernamentales, no-gubernamentales, empresarios y académicos se reunieron en Nueva York durante un evento organizado por Bloomberg, el Data for Good Exchange, para analizar causas donde Big Data está causando un impacto positivo, o puede hacerlo en el futuro. Entidades como Microsoft, la Universidad Johns Hopkins, Facebook, Google, UNICEF, Planet Lab, MIT Climate CoLab, Cornell Tech, la ONG DataKind y el Ayuntamiento de Nueva Orleans acompañaron a Bloomberg, el gigante de la inteligencia financiera, para compartir cómo están incentivando el uso de grandes datos para causas por el bien común.

 

¿Cómo puede el Big Data impactar en políticas de salud?

En el mundo el 65% de las muertes no quedan registradas. No la causa de la muerte, sino la propia defunción. Y alrededor de un tercio de los nacimientos no resulta registrados”, aseveró la doctora Kelly Henning, del área de salud pública de Bloomberg Philanthropies, durante el evento. Ya se están dando pasos para consolidar una red de 20 países, junto con grandes ciudades de todo el mundo y con organizaciones internacionales para registrar al detalle datos de causas de mortalidad y, a continuación, hacer lo más difícil: .con los datos, tomar mejores decisiones.

Los datos, explicó la doctora Henning, se usan de tres formas: para establecer prioridades (por ejemplo, contra la obesidad, ese “nuevo tabaquismo” que ya es causa de mortalidad prominente en países de ingresos medios), para ubicar los lugares donde se puede tener más impacto (como México, donde ya existe un programa piloto para paliar este problema) y para medir el progreso diario. “Los datos no son para proporcionar un servicio asistencial, o para distribuir directamente el cuidado médico. Nuestro programa es un policy shop”, explicó.

¿Cómo se usa la minería de datos para optimizar la actividad filantrópica?

¿Cuáles son las principales fundaciones que financian programas de salud en Ghana? ¿Se está solapando demasiado esfuerzo filantrópico sobre un mismo problema en lugar de diversificarlo? ¿Con qué ONGs debemos aliarnos para tener un impacto mayor en la mejora del acceso educativo de la comunidad hispana en una ciudad norteamericana?

Foundation Center aplica (y comercializa) Big Data para responder a preguntas como éstas. Esta organización recolecta, limpia, analiza y visualiza datos de más de 140.000 fundaciones de todo el mundo, de 3.6 millones de becas cada año y de 372.000 receptores de fondos. Con esta información, desarrolla productos y servicios de pago que, aseguran, “ayudan a otras fundaciones a tomar decisiones estratégicas sobre su financiación, encontrar socios y entender el impacto de sus programas sobre comunidades y sectores concretos ”. 

 

La movilidad, un ámbito donde Big Data está más consolidado

Waze, un servicio de navegación y movilidad israelí adquirido por Google, presentó también durante este evento su Connected Citizens, una iniciativa para facilitar el libre intercambio de datos entre ciudadanos y gobiernos sobre congestión e incidentes de tráfico. El enfoque diferencial de este  “panóptico para el tráfico” respecto a otros navegadores es que se apoya más en el tiempo-real y en la información generada por el usuario, y ya se usa en ciudades como Río de Janeiro, Los Ángeles o Jakarta. Claro, que medir bien si este sistema para compartir datos sirve para mejorar de forma verificable las condiciones de movilidad en el corto plazo es otro cantar.

 

El Data for Good Exchange sirvió también como carta de presentación de Data2go.nyc, un proyecto que verá luz próximamente. Se trata de un panel dinámico para explorar datos de la ciudad de Nueva York sobre indicadores (demográficos, económicos y de bienestar: salud, vivienda, infraestructuras,…) importantes para sus comunidades. Esta iniciativa de Measure of América tendrá una capa narrativa para responder a preguntas como si los barrios con mayor población inmigrante cuentan, por ejemplo, con más acceso a medicina preventiva o con menos, por poner un caso.

También se presentó Detroit Water Project, una plataforma sin ánimo de lucro que ayuda a conectar a más de 900 familias de esa ciudad y de Baltimore que no pueden pagar la factura del agua con más de 10.000 donantes de todo el mundo que realizan pagos en su nombre directamente a la empresa de servicios públicos. ¿Cómo usan los datos? Para prevenir que familias que dependen de ayudas sociales no sufran cortes de agua por impago.   

¿Vale la misma “ciencia de datos” para proyectos con y sin ánimo de lucro?

Un análisis de 72 iniciativas de data science for good norteamericanas llevó a identificar que todas menos tres contaban con el respaldo de alguna agencia federal u órgano gubernamental. Este órgano, o bien define el problema o bien ofrece datos propios y recursos para después hacer uso de los resultados, como el Departamento de Bomberos de Nueva York con esta iniciativa.

Otro estudio sobre Big Data para causas cívicas señala que, mientras los científicos de datos del sector privado usan como materia prima datos mayoritariamente propios -producidos o recogidos in-house por sus compañías-, los que trabajan para  causas sociales tienden a depender de datos externos y deben ser más precavidos, pues sus datos a menudo a presentan desequilibrios o menos control.

En todos los casos, los especialistas apuntan a que el factor necesario para que los insights de estos proyectos de “ciencia de datos para el bien” tengan un impacto real depende sobre todo de hasta qué punto el proyecto esté enmarcado de inicio en el proceso de toma de decisiones de instituciones que ya están teniendo impacto. Sería el caso de proyectos como Scraping Websites To Collect Consumption And Price Data, de DataKind para el Banco Mundial, que se basa en visualizaciones para medir localmente cambios inflacionarios en África. O el uso que organismos oficiales como la Mayor’s Office of Data Analytics (MODA) de Nueva York o la Office of Performance and Accountability de Nueva Orleans ya hacen de los grandes datos para medir el desempeño de sus políticas.

Para encontrar más información sobre este tema:

– Definitive Guide to doing Data Science for Social Good

http://blog.datalook.io/definitive-guide-data-science-good/

– Five principles for applying data science for social good

http://thegovlab.org/five-principles-for-applying-data-science-for-social-good/

– La unión hace la fuerza: Big Data más ‘cloud computing’

http://www.bbvaopen4u.com/es/actualidad/la-union-hace-la-fuerza-big-data-mas-cloud-computing

 

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